PÉTREO

Fórmula resultado, despierto y alerta en noche de tierra húmeda aterrizo sobre el cuerpo inexistente ya borrado, devorado, calcinado, amado y odiado. Razón sin custodia, todo es piedra y punto simple; invisible, pétreo, comienzo de la nada con ilusión forjada, un sueño de grano arenoso, de espuma suplicante y de gaviota sin alas. Nada es aquel que yace mudo sobre la sombra negra que la luz vivifica en sacrificio sospechoso.
Regreso al pedernal, música sin nota, y palabra sin boca, silencio abierto y descomunal montaña introducida en lo terroso. Eterna roca deforme que descansa desapercibida por quien la observa, sola sin consciencia sin vida, inerte.
Allí yace hasta ser removida por un parpadeo de tus ojos, por una letra de tus manos, por el desprecio y por el desconocimiento de su existencia. Todo sin nada, en el punto crítico de no existencia, cuando empieza a latir fuera de su centro las órbitas estelares, los Universos desconocidos, llamándola desde su condición masificada, concentrada, aprisionada y sola, no escucha la llamada por no tener oído.